El caballero de la armadura oxidada (en inglés, The Knight in Rusty Armor) es una novelaestadounidense Robert Fisher, en el género de autoayuda con elementos de ficción. Es un best seller del que se han vendido más de un millón de copias de este texto, y ha tenido un gran impacto tanto en niños como en adultos.
~ Biografìa Robert Fisher ~
Empezó su carrera literaria a los 19 años escribiendo para Groucho Marx
en su programa nacional de radio. Desde entonces escribió más de 1.600
programas cómicos para radio y televisión, entre los que cabe destacar
la primera serie de Danny Thomas galardonada con los Premios Emmy, por
la que Robert recibió los premios Sylvania y St. Christopher como mejor
comedia del año. Entre sus programas televisivos se encuentran Todos en la familia, Padre soltero, Maude, Los Jefferson y Buenos tiempos.
También ha sido coautor de nueve películas con Arthur Marx y autor de
tres obras de teatro. Su fama se consagró definitivamente tras la
publicación de El caballero de la armadura oxidada que se
convirtió en un best seller mundial cuyo protagonista, un caballero
deslumbrado por el brillo de su propia armadura, sigue cautivando a
millones de lectores. Entre los demás libros de Robert Fisher publicados
en español por Ediciones Obelisco, cabe destacar Mira hacia atrás y ríete, además de los escritos en colaboración con Beth Kelly, El caballero silencioso, El búho que no podía ulular y El gato que encontró a Dios.
~ Resumen del Libro ~
Cuenta la historia, que hace mucho tiempo existió un caballero
bueno y generoso; luchaba en batallas, mataba dragones y rescataba
damiselas.
Él era famoso por su armadura, la cual tenía un
brillo resplandeciente. Pero a pesar de ello, la armadura no le
permitía darse cuenta realmente de las cosas que sucedían a su
alrededor. Tenía una mujer llamada Julieta, a la cual, a pesar de sus
muestras de cariño no hacía ningún caso; también tenía un hijo,
Cristóbal, aunque el niño nisiquiera sabía como era su padre en
realidad.
Un día al volver a casa, Julieta le dijo que si
no era capaz de quitarse la armadura y parar de ir a todas las batallas,
en lugar de hacer caso a su familia, se marcharía de su lado para
siempre. Otras veces se hacía el dormido pero esta vez se lo tomo en
serio, y cuando intentó desprenderse de su armadura no pudo. Al
comprobar esto, fue rápidamente al herrero, y a pesar de los esfuerzos
de este, le fue imposible desprenderse de ella. Durante tanto tiempo la
había llevado sin dar importancia a nada más que ya formaba parte de él.
Por ello decidió irse en busca de alguien que pudiera ayudarle a
desprenderse de su pesada armadura. Triste abandonó su hogar y fue a
despedirse del rey, al llegar a palacio solo encontró a un bufón que le
informó que el rey se había marchado a una cruzada y le aconsejó que la
única persona que podía ayudarle era el mago Merlín.
Dudoso
se encaminó con su caballo hacía el bosque donde anduvo sin encontrar
al mago durante mucho tiempo. Finalmente cuando se encontraba exhausto
apareció frente a él rodeado de animalillos. Merlín y sus amigos se
encargaron de alimentar al caballero para que recuperase sus fuerzas.
Pasaron
unos días, y conoció a una simpática ardilla que le impresionó con sus
sabios consejos, y también a una astuta paloma, la cual aconsejada por
Merlín y autorizada por el caballero, hizo llegar una nota a manos de
Cristóbal para comprobar si este conocía realmente a su padre. Después
de unos días la paloma regresó con la nota, impaciente la cogió y cuando
la vió se quedo sin palabras y comenzó a llorar desesperado. La carta
estaba en blanco, su propio hijo no había podido dar una repuesta ya que
no le conocía lo suficiente. Al despertar Merlín le dijo que se tenía
que ir, naturalmente no podía volver a casa ya que Julieta y Cristóbal
no le querían con la armadura puesta. Se dio cuenta en ese mismo
instante de que ya no recordaba las sensaciones del exterior porque se
había acostumbrado a llevar constantemente la armadura. Entendió que
debía desprenderse de ella por sí mismo.
Merlín le explico
que podía seguir dos caminos, uno como el que había seguido hasta
ahora, u otro más complicado con el cual conseguiría desprenderse de la
armadura. Este camino era el sendero de la verdad. Debía ir sin su
espada y sin su caballo, únicamente con la compañía de la ardilla y la
paloma; le explicó que en su camino hacia el final de la empinada cima
de la montaña encontraría tres castillos: El de la soledad, el del
conocimiento y el de la osadía.
Se puso en marcha y a la
mañana siguiente comprobó que se le había caído una parte de la visera,
la ardilla le explicó que las lagrimas que derramo por su hijo habían
oxidado la armadura; el dolor que sintió fue tan profundo que la
armadura no pudo protegerle. Esto le dio fuerzas y continuó su camino.
Después
de caminar un tiempo se encontró con el primer castillo, allí
impresionado vió al rey y este le explicó que la única salida debía
sacarla de su interior. El rey se marchó y el caballero estando allí en
una soledad tan profunda se dio cuenta de la soledad que había sentido
su mujer durante tanto tiempo, comenzó a llorar y a preguntarse una y
otra vez porque cada vez eran más pequeñas las habitaciones, una voz
respondió a su pregunta y se identifico como su “yo verdadero”. Para no
hacerse líos quedaron en que a partir de entonces le llamaría “Sam”.Poco
a poco se le fueron cerrando los ojos y cuando despertó se encontró
fuera, al otro lado del castillo. Entusiasmado vió que le faltaba el
yelmo debido a que volvió a llorar dentro del castillo; la armadura se
oxidó ya que el tiempo pasaba muy deprisa aunque él apenas se daba
cuenta. Después se dirigió al segundo castillo, en este si podía entrar
con sus compañeras de viaje. El castillo estaba a oscuras y a medida que
iba descifrando las inscripciones había más claridad, poco a poco el
caballero se daba cuenta de todo el tiempo que había perdido encerrado
en esa armadura y que había necesitado más a las personas de lo que las
había amado. Allí vió su verdadera imagen en un espejo, comprendió que
él era bueno, generoso y que no tenía que demostrárselo a nadie. Sam le
ayudo a comprender que la ambición es positiva si es pura de corazón,
cuando con ella no se tiene que probar nada ni superar a nadie, sino
cuando se puede ayudar a los demás. Y sus lagrimas de nuevo consiguieron
oxidar la parte de la armadura que cubría sus brazos y sus piernas.
Ya
por fin llegaron al último castillo. Al intentar atravesar el puente se
toparon con un gran dragón que desprendía grandes llamaradas. El
caballero no sabía que hacer sin su espada, intento llamar una y otra
vez a Merlín, pero este no acudió a su llamada.
El dragón
se definió como el ”dragón del miedo y de la duda”. La ardilla explicó al
caballero que la única forma de vencer al dragón era con el
conocimiento y que si de verdad pensaba que el dragón no era real
conseguiría destruirle. Después de un momento de reflexión el caballero
se armo de valor y consiguió hacer frente al dragón, el cual se fue
haciendo cada vez más y más pequeño hasta que desapareció; y con él
también desapareció el castillo.
Finalmente el caballero
llegó poco a poco a la cima de la montaña pero se encontró con una
inscripción que bloqueaba el camino. Aunque estaba exhausto, intentó
descifrarla y llegó a la conclusión de que lo que debía hacer era
soltarse y dejarse llevar por lo desconocido, como no estaba muy
convencido, Sam le dio las palabras de apoyo necesarias para arriesgarse
y haciendo caso a su propio “yo” se tiró al vacío, pero en lugar de
caer hacia abajo iba ¡hacia arriba!. De repente, cayo sobre la cima de
la montaña y comprendió la inscripción; en la caída había soltado todo
aquello que había tenido y pensado y no le hacia feliz.
Sus
lagrimas de alegría terminaron de oxidar la parte de la armadura que le
quedaba. Se dio cuenta que una nueva luz había en su interior y
afloraba hacia el exterior, una luz mucho más brillante que la que daba
su pesada armadura, por ello el caballero comprendió ese universo
desconocido, y consiguió al fin, formar parte de él.